Y sí, durante estas últimas semanas, y en especial los últimos días, me siento más tironeada que Tupac Amaru.
No lo hacen concientemente, y yo facilito la situación por mi sentimiento de culpa, amor, obligación, gratitud.
No lo puedo evitar, es mi naturaleza, pero sé que o me pongo paños fríos o explotaré.
No lo hacen concientemente, y yo facilito la situación por mi sentimiento de culpa, amor, obligación, gratitud.
No lo puedo evitar, es mi naturaleza, pero sé que o me pongo paños fríos o explotaré.
6 comentarios:
Cielos! Tuve que revisar Wikipedia para saber quien fué Tupac Amaru...y aún así no entendí =(
No es facil... paños fríos... creo que este es el momento justo para pensar primero en uno... estar bien uno y entonces todo lo demas se ajusta solo.
Ya sé, facil es decirlo!
un beso
Bere, mil disculpas...sigo escribiendo medio críptica...
Nada, ojala se ajuste todo, como vos decís... de otro modo, colapsaré!!
Bueno, espero que aunque te tironeen seas más fuerte y sigas entera.
Besos.
Uuuuh pobre lo de Tupac Amarú, siempre me dió impresión e impotencia esa historia.
Me imagino cómo te sentirás entonces...ojalá todo pase.
Besotes!
Acacia, dar consejos no me gusta, tal vez porque quien los da es quien más lo necesita o porque suele hacer todo lo contrario de lo que aconseja.
Sólo te sugiero que pongas paños fríos, al menos por un tiempo a ver si la cosa se distiende.
Podrías hablar serenamente y explicar que te sentís tironeada y que eso no es bueno; que tu intención es estar tranqui y que ponés buena voluntad para todo pero que porfis te escuchen y acepten tus opiniones y respeten tus decisiones.
No sé de qué se trata el asunto, pero por ahí lo que escribí más arriba puede serte útil.
A veces tomarse cinco minutos y tomarse un té (como decía la publicidad aquella) puede servir para ver dónde uno está parada y decidir qué rumbo tomar. Y como verás dije "puede servir", porque en la vida hay millones de situaciones comunes a todos los humanos, pero son tan personales que a veces las sugerencias resultan efectivas y otras no.
Vamos Acacia, respire hondo y piense: todo pasa, nada permanece.
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